La fuente de los piquetes.

                Luego de ver y analizar la película La fuente de las mujeres, (dir. Radu Mihăileanu, año 2011) encontramos un paralelismo con nuestro proyecto de investigación. El filme transcurre en un pueblo en la península arábiga, donde un grupo de mujeres era obligado a buscar agua en una fuente lejana al pueblo, encerrada tras las montañas. El esfuerzo físico que esta tarea implicaba, había provocado serias injurias en ellas: abortos espontáneos, por ejemplo.

                El punto de inflexión ocurre cuando Leila, el personaje principal de la película, proponga una “huelga de amor” para con los hombres de la aldea. Su misión consiste en la negativa de tener relaciones sexuales con sus maridos, a modo de protesta para conseguir que se canalice agua corriente hasta el pueblo. Este método fue elegido porque, además de privarse de un recurso vital, si se rehusaban a buscar agua la rebelión sería muy marcada para su sociedad conservadora, y esto conllevaría consecuencias demasiado drásticas.  

Al principio, las compañeras de Leila se oponen. Sin embargo, acaban por apoyar la causa. La huelga en general significó no solo la manifestación de descontento por la cantidad de muertes infantiles que el arduo trabajo significaba, sino un cuestionamiento a las normas éticas, morales y religiosas de aquella estructurada sociedad.

La correlación de esta huelga de sexo con las huelgas sociales que venimos analizando es principalmente el motor de cambio que las impulsa. En otras palabras, tanto los piqueteros como las pueblerinas de la película tienen una causa para defender y deciden hacerlo activamente.

Otra similitud es que ambos grupos desean sumar gente a su convocatoria. Los piqueteros han tenido menos éxito en llevar a cabo esta tarea, siendo así que cada vez menos gente en Argentina está a favor de su causa. En cambio, Sami, el esposo de Leila, apoyará la huelga e incluso desarrolla sus propias acciones en relación a su cultura y lugar de origen. Desde su lugar de profesor, intenta enseñarles a las niñas a leer; esto va en contra de los ideales del pueblo musulmán. 

En síntesis, La fuente de las mujeres nos propuso un claro ejemplo de que las huelgas tienen más de una forma. La comunidad se presenta una vez más ser agente del cambio social, demostrándonos que sólo en presencia de un objetivo en común la lucha es verdaderamente efectiva.